Shh... Sobre mí


Para mí, la cocina y la literatura son procesos que comparten un mismo principio emocional.

Responden a una misma necesidad biológica.


Conforman una imagen dilatada de una misma realidad.


Crear es una reacción visceral frente al mundo


Pica, escuece, erupciona, te desborda…


Quebrándote desde muy adentro

Mi madre siempre cuenta la misma anécdota: que aprendí a escribir casi antes que a hablar. De hecho, mis primeros recuerdos están siempre ligados a fragmentos literarios… hasta el punto que mi visión del mundo casi siempre se proyecta a través de cuentos e historias.

Y así, terminé dedicándome a aquello que más me emocionaba. Me licencié en Filosofía y empecé el doctorado, aunque aún no me he decidido a terminarlo.

A día de hoy, aún no he perdido la esperanza de encontrar una plaza en una oposición…

Mientras tanto, dedico mis días a zambullirme de lleno en textos literarios y ¿por qué no? En libros de repostería. En esto, soy completamente autodidacta. No me sonroja admitir que no tengo formación en cocina alguna.


Sólo pasión por los aromas, los sabores, las texturas…

Indescifrables


Indescriptibles


Aproximados, cercados, tan sólo, por un mar de palabras…


Las palabras entrañan dulzura. Y, como en la cocina, el arte del repostero y el poeta (conste que no me considero ni una cosa ni la otra) consiste en seleccionar cuidadosamente la materia prima, enlazarlas, ajustarlas, removerlas… y presentarlas de una manera concreta. Hacer que cobren vida.


Sobre un lienzo en blanco


Y emocionar


Nada tiene sentido sin un Otro que se siente al Otro lado.


¿Qué me inspira? No sabría decirlo. Quizás los encuentros mundanos. La realidad cotidiana. Jugar a encontrar la chispa en aquello con lo que tropezamos a diario.


Una mañana nublada, un rayo de luz, un espumoso chocolate, el aroma del té, las piñas del suelo del parque, una fotografía en sepia,….


Pero mentiría.


Mi verdadera inspiración tiene nombre de niño: se llama Andrea y Gabriel.


¿Sobre mí? No me resulta fácil responder a ésto. Me gustan los lunaritos, las pelis antiguas, las chuches, las palomitas, el chocolate… el arroz con leche, el delicado aroma a libro nuevo (me declaro anti-e-book), la fotografía, las sábanas blancas, las mantelerías con encaje, los delantales cursis y la vainilla.


Siempre llevo conmigo un cuaderno, en el que apuntar todo lo que se me va ocurriendo. De lo contrario, mi memoria de pez no dudaría en olvidarlo. No es un cuaderno mono. Nada de scrapbook, de colores, de un maravilloso papel reciclado… Me temo que no encaja con la romántica idea que pueda tenerse sobre un cuaderno de este tipo. De tamaño cuartilla, viaja conmigo a todas partes, arremolinado con el tremendo collage que puede llegar a ser mi bolso. A veces, se pasea entre las botellas de agua y las palas de arena de los niños, que nos llevamos al parque. Otras, merodea por la cocina, dejándose decorar, con suaves trazos, de una muestra del menú del día.


Lo encontré por casualidad. Rodando por algún cajón en un intento de limpieza general de Primavera. Era de mi chico, creo que de un curso de inglés que hizo obligado por la empresa.


Pero tiene su encanto. O, al menos, yo se lo encuentro.


En sus páginas aparecen, revueltos, dibujos de tartas, de cupcakes… junto con retazos de alguna historia. Trocitos que, de alguna forma, siempre terminan por aparecer en mi blog.


“Los escritores siempre hablan de sus vidas, pero raras veces cuentan las verdad” Solía decir mi abuela.


A mí me encanta rememorar mis recuerdos. Narrarlos. Ficcionarlos. Espolvorearlos con polvos mágicos y purpurina… convertirlos en masas, verlos crecer en el horno y servirlos en bandeja, sobre el marco de un blog que nunca pensé que escribiría.

4 comentarios:

  1. Me identifico contigo en tantas cosasque me parece hasta increible!!
    Desde luego este blog tiene personalidad, fuerza, pasión y carácter que no tiene ninguno de los que he visto hasta ahora!
    Eres como una caja de inspiración!
    Yo también adoro los libros pero los libros antiguos con el papel amarillento, con ese olor tan especial!
    En la escuela no era muy buena pero en cambio fui de las primeras en aprender a leer y siempre ganaba concursos de literatura.
    Los libros te transportan a otro mundo, te evaden de una realidad que no siempre es como tu desearias, en cambio en los libros puedes soñar.
    Un beso y felicidades por este blog tan especial y bonito, sólo por descubrir sitios así ya valió la pena hacer este concurso.
    Un besazo

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  2. Muchísimas gracias... llevo todo el día con una sonrisa :) Es agradable saber que, de alguna manera, participas en el día a día de los demás.
    Me honra mucho más viniendo de una gran cocinera, vaya curriculum que tienes!!!
    Mi blog es aún pequeñito...voy poquito a poco aprendiendo; supliendo mi falta de técnica con mucho mucho cariño (con imaginación, pasión e ingenio literario) Para eso estáis todas vosotras, esos grandes blogs que nos inspiran a todos.
    Creo que vamos a hacer muy buenas migas :)
    Un beso

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  3. No puedo explicarte lo que tus palabras han movido en mi interior.. llevo toda la mañana contestando correos y leyendo recetas, y encontrar tu blog ha sido como encontrar un oasis de paz en medio de esta marabunta.
    Encantada de conocerte.
    Besitos

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    1. Muchas gracias a ti, por dedicarme un trocito de tu tiempo.
      Me enternece profundamente saber que mis palabras tienen un oyente al otro lado.
      Un besazo!

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