jueves, 25 de abril de 2013

Lluvia de Cake Pops (pasión por las cosas pequeñas: el despertar de una sonrisa)


 
 
 
 
"Mandó mi madre por uno de esos bollos, cortos y abultados, que llaman magdalenas, que parece que tienen por molde una valva de concha de peregrino. Y muy pronto, abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios una cucharada de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquél trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior. Un placer delicioso me invadió, me aisló, sin noción de lo que le causaba. Y él me convirtió las vicisitudes de la vida en indiferentes, sus desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, todo del mismo modo en que opera el amor, llenándose de una esencia preciosa; pero, mejor dicho, esa esencia no es que estuviera en mí, es que era yo mismo. Dejé de sentirme mediocre, contingente y mortal?
¿De dónde podría venirme esa alegría tan fuerte? Me daba cuenta de que iba unida al sabor del té y del bollo, pero le excedía en mucho y no debía ser de la misma naturaleza"
 
En busca del tiempo perdido. Marcel Proust
 
 
La pasión (entendida como dimensión artística) es la palabra mágica que despierta al hada o al duende encargados de hacernos cosquillas hasta arrancarnos una sonrisa.
Es el Amor por lo que hacemos, la entrega absoluta y desenfrenada de nuestra visión del mundo, lo que eleva a la categoría de Artístico cualquier Objeto nacido de nuestras manos.
 
Despertar Sonrisas.
Hacerlas brotar desde el alma.
Cerrar suavemente los ojos y dejar que un suspiro fugitivo huya de nuestros labios.
 
Cazar nuestros sueños con una red cazamariposas.
Encerrarlos en un tarro de cristal y sazonar con ellos todo lo que modelen nuestras manos...
 
Y el mejor hallazgo: la dulzura en la sonrisa esbozada en el rostro del Otro (de un niñ@, a ser posible)
 
Los CakePops me resultan, en este sentido, extremadamente versátiles. Son una de esas cosas capaz de tornarse en cien visiones distintas, de adaptarse a todas las texturas imaginables:
 
De la pincelada firme de las manos de un experto a los dedos curiosos de un inquieto principiante.
 
Suaves, de aterciopelada entraña y satinado cuerpo.
Volubles, maleables.
 
Un lienzo en blanco perfecto
Pura kaleidoscopia
 
 
Y ahora...conozcamos a los protagonistas:
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
 
 
Receta (para elaborar unas 12-14 unidades):
 
1. En una picadora o un robot de cocina, trituramos las galletas Oreo hasta reducirlas a polvo fino.
 
2. Colocamos nuestras migas de galleta en un bol y añadimos el queso crema. Mezclamos bien hasta conseguir que todo esté bien integrado y obtengamos una masa con textura de plastilina.
 
3. Hacemos bolitas de unos 30-35 gramos y dejamos enfriar 30 minutos en el frigorífico.
*Nota: en el caso del señor búho, modelaremos directamente una forma cilíndrica. Presionaremos con el dedo índice en la parte superior, para hacer una hendidura, y daremos forma picuda a las orejas. Si las enfriamos en forma de bolita nos resultará más difícil darle después forma de búho, pues habrá endurecido.
 
4. Sacamos del frío y damos forma (dependiendo del modelo de cake pop elegido) con ayuda de nuestros moldes especiales (también podemos usar un cortapastas de los de hacer galletas) Con las miguitas sobrantes, las unimos, y hacemos más cake pops (no hay que tirar nada!!!) Volvemos a enfriarlas unos 20 minutos.
 
 
5. Derretimos el Candy melt del color elegido en el microondas, a potencia muy baja, vigilando para que no se nos queme (porque le saldrían grumitos y se habría estropeado) Lo mejor es detener el microondas cada 10 segundos y remover, para distribuir bien el calor.
Personalmente, los Candy melt me resultan un poco pastosos para trabajarlos, por lo que recomiendo añadir un poco de manteca de cacao o unas gotas de aceite de girasol, para licuarlo un poco. La proporción dependerá de la cantidad de Candy melt que estemos usando y del gusto del repostero.
 
6. Mojamos cada palito en Candy melt, por un extremo, y vamos clavándolo en las bolas de masa. Volvemos a refrigerar para que se endurezca el chocolate, unos 20 minutos.
 
7. Comprobamos que la textura del Candy melt sea la deseada y vamos sumergiendo nuestros cake pops. Escurrimos ligeramente, dándole unos toques suavecitos.
Decoramos con los ingredientes elegidos (sprinkles, lacasitos,....)
 
Pinchamos sobre una plancha gruesa de porexpan o los colocamos en un vaso relleno de azúcar (para que haga de peso) La idea es que el chocolate solidifique en posición vertical, con los adornos en su sitio,  sin tocarse un cake pop con los otros.
 
8. Dejamos enfriar de nuevo..... No los dejéis demasiado tiempo (de un día para otro) porque podrían absorber olores del frigorífico.
 
9. Envolsamos... Guardamos en cajitas.... los regalamos....
 
Un saca-sonrisas perfecto!!!
 
 
 

 
1. Candy Melt de colores: los encontrareis en muuuchos colores tiendas especializadas. Su precio, desde 3´50 € el paquete de 400 gramos.
 
2. Moldes para Cake Pops: de la marca My Little Cupcake. No son aptos para hornear, sirven sólo para el modelado. Con este pack de cuatro podremos obtener forma de cupcake, de bolita, de corazón (que nos sirve para las fresas) y de cono (para hacer árboles de navidad, gorritos de papa Noel,...) Su precio ronda los 22 €, en tiendas especializadas.
 
3. Pajitas de beber: nos sirven como palito para pinchar los cake pops, de una forma muy original porque las podemos encontrar en colores muuuy bonitos (me encantan éstas con líneas rojas, parecen bastones de caramelo) También podemos usarlas como cortador para fondant, para hacer ojitos.
 
4. Palitos para Cake Pops: podemos encontrarlos en diferentes formatos de distintas marcas. Sino disponemos de ellos, podemos utilizar brochetas de maderas para pinchar nuestros cake pops (eso sí, cortándoles el extremo punzante y ajustándolos hasta el tamaño deseado)
 
5. Planchas de porexpan: las usaremos para pinchar los cakepops y dejar que solidifique el chocolate. También podemos forrarlas y usarlas como expositor, con los palitos pinchados. Podemos encontrarlo en tiendas de manualidades, papelerías, bricolaje...
 
6. Cortador con expulsor de margaritas: nos servirá para hacer las hojitas con péndulo de las fresas. Podemos jugar con los tamaños para darle un aspecto más o menos real.
 
7. Cortador de estrella: podemos usar estas pequeñas estrellitas cortando fondant color anaranjado, para hacer las patitas de los búhos, pollitos,... En color amarillo, coronaremos nuestros cakepop-arbolitos de Navidad.
 
8. Cortador circular: Muy útil para hacer ojitos de fondant en distintos tamaños.
 
9. Rotulador comestible: lo encontramos disponible en muchos colores, pero el negro suele ser el más usado, para hacer bocas, sonrisas, pupilas de ojitos,... Su precio es de, aproximadamente, 3€.
 
10. Colorantes para Candy Melt: con sus cuatro colores primarios podemos obtener toda la gama de colores que deseemos para nuestro chocolate. Debemos usarlo, eso sí, sobre chocolate blanco, para obtener mejores resultados. Su precio suele ser de 5´50 €
 
11. Manteca de cacao: estupenda para licuar ligeramente nuestros Candy melt. Podemos sustituirla por unas gotas de aceite de girasol. La encontramos en la marca Funcakes, en formato de 200 gramos por 5´20 €
 
 
 
 
En el gran libro de los Cake Pops, escrito por su gran descubridora, Bakerella, encontramos un estupendo dossier con ideas para usar chuches en la elaboración de nuestros cakepops. Estas chuches las encontraríamos sin problemas en cualquier establecimiento norteamericano, pero quizás son más difíciles de encontrar en nuestro país.
He seleccionado algunas ideas de chuches que sí podemos encontrar fácilmente. Hoy día las grandes superficies y supermercados se han puesto las pilas con la repostería creativa y encontramos muchos productos especializados en sus estanterías. También los pretzels, las galletitas saladas, oreos,...
 
Eso sí, nada mejor que sumergirnos en una preciosa tienda (física o virtual) de repostería especializada... el trato no puede ser el mismo, evidentemente. Sus dueños suelen ser personas entusiastas y enamoradas de la cocina en general, y de la repostería en particular. Mi experiencia es que están encantados de atendernos y resolver cualquier duda que tengamos. Y sus productos... preciosos.
 
También podemos hacer incursiones en las tiendas de chuches: empezando por las tiendas pequeñitas de nuestro barrio. Es increíble la gran cantidad de gominolas, regalíz y golosinas que existen en el mercado. Y...  ¿qué tal un paseíto por esas tiendas de chuches que están cerca de los cines? Sí, esas en las que llenas las bolsitas a granel.
 
Son geniales para inspirarnos.... para encontrar pequeños dulces que hagan más grandes nuestras creaciones.
 
 
 
Aunque pueda parecerlo, no es nada trivial la forma en que presentamos y servimos nuestros cake pops.
Es la forma en que pasamos de un "ooohhh que mono" a un "Wooooooooooooooo"
Nuestros pequeños tesoros merecen toda nuestra atención a la hora de envolverlos...
Con mucho mimo, cuidando cada detalle...
 
Personalmente, me gusta ponerlos en bolsitas de celofán, a modo de chupa chups, atados con un lazo y una tarjeta. Para esto, dejaremos volar nuestra imaginación....
Nada mejor que hacer una visita a una mercería para ilustrarnos acerca de la cantidad de lacitos y encajes con los que adornar nuestros pastelitos. También podemos emplear cuerdas, mimbres, elementos vegetales o cualquier otro material rústico.
 
Las tarjetitas merecerían un capítulo aparte. Buceando por la red he encontrado cientos de blogs dedicados a la artesanía con papel; además de muchísimas tiendas online en las que abastecernos de delicados artículos de papelería. Si os gusta el tema, nada mejor que esmerarnos en este punto para sacarle todo el partido a la presentación de nuestros tesoros reposteros.
Sino es así, o si simplemente queréis hacer algo bonito con elementos caseros, bastará con hacernos con unos cuantos papelitos de distintos colores y texturas (cartulinas, celofán, papel rugoso,... que podemos encontrar en cualquier papelería), una perforadora (para hacer los agujeritos por los que pasaremos los lazos) y, a ser posible, unas tijeras de corte especiales (de esas que hacen bordes redondeados, picudos,...)
Podemos escribir las tarjetas a mano, con cualquier rotulador o bolígrafo bonito, con una letra esmerada. Pero también podemos imprimirlas: elegimos una fuente bonita, un texto adecuado para la ocasión (el nombre del/la homenajeado, una frase alegre, dulce o pícara) y directo a la impresora.
 
Recortamos las tarjetitas dándole la forma deseada, hacemos un agujerito, terminamos los bordes con nuestras tijeras especiales..... Y ya sólo nos queda poner nuestro cake pop en su bolsita, cerrarla con un lazo o encaje precioso y pasarle una tarjetita antes de anudarlo.
 
¿Queda bonito, verdad?
 
Después, podemos llevarlos a la mesa pinchados en una maceta de latón o cerámica.
O guardarlos en una cajita para regalo: usando cajas de cartón con ventanita transparente (las que se usan para los cupcakes), una caja de metal para galletas o una simple cajita de cartón decorada.
Y...¿porqué no? podemos "embotellarlos" en un bote de cristal alto con tapa o cierre metálico.
 
Un regalo que seguro seguro no dejará a nadie indiferente.
 
 
 
 
 
 
¿Os gusta este Búho?
A mi me fascina su color turquesa....
Si os apetece hacerlo, Los dulces de Victoria nos enseña una estupenda receta para elaborarlos (con bizcocho y buttercream ñaamm ñammm) y un tutorial para decorarlos.
 
 

3 comentarios:

  1. Hola Mayita!!! Precioso post me ha encantado!! Gracias por compartir mi buho turquesa!! Muakis

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    1. Gracias a tí por crearlo :) por ser tan amable, y por prestarme un trocito para compartirlo.
      Un besazo

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  2. Thanks for finally writing about > "Lluvia de Cake Pops (pasi�n por las cosas peque�as: el despertar de una sonrisa)" < Loved it!

    my blog post comerse
    las uñas

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