martes, 25 de junio de 2013

Bitácoras de un Huerto (Torres de Bagels con Pincelada Vegetal)




"Cuando comienzas una pintura es algo que está fuera de ti. Al terminarla, parece que te hubieras instalado dentro de ella"  
Fernando Botero

Tierra, Agua y Sol
Tres, y sólo tres...los ingredientes secretos de esta fórmula mágica.
 
Teñida por la pasión roja del crepúsculo y el añil radiante de los tiernos amaneceres.
Mecida por las nubes
Azotada por el viento
Adormecida por el tic tac incesante del Tiempo
 
Y removerlos despacio
Con buen hacer
Con Tradición
Con Presteza, Viveza, Pasión
 
Y, por supuesto, Paciencia.
Aquello que define la esencia del talento del Pintor, el Hortelano y el Panadero.

 
 
Es entonces cuando surge la magia; envuelta en el sucederse del tiempo. Regada con lagrimitas de una lluvia, ya en verano, olvidada.
 
Tiernos brotes que se desperezan y asoman sus brazos, curiosos.
Rompiendo y sesgando la Tierra que un día le sirvió de nido, en su tierna infancia
 
Ya despiertan, llenos de vida.
Iluminados con suspiros de Sol y caricias de Luna
Con abrazos de húmeda tierra.
 
Danza de Colores. De Ritmos. Teatro de Luz, con delicadas bailarinas. Que bailan y giran, y dan vueltas, plasmando sus huellas en un lienzo Impresionista.
 
Su quietud. Esa calma Iridiscente, que nos irradia, nos enamora.
Son los encantos del Huerto. Ese terruño, ese pedazo de Tierra que llena nuestros bolsillos (ese que los exiliados llevan en sus maletas) Y que, en cualquier lugar del mundo, nos haría sentirnos como en casa.
 
 

No. No pretendo menospreciar la validez y el impecable trabajo de las amasadoras eléctricas (nuestras Kitchens y nuestra Thermomixes) Pero, creo, no hemos de ceder en ellas nuestra empeño en probar a amasar pan con nuestras propias manos.

Descalzarnos.

Desnudas nuestras manos de cualquier abalorio.
Estigma de una sociedad en la que el pan es fruto de una cadena de montaje, de una lucha contra el tiempo; de la que sólo podemos esperar pagar unas monedas por el dudoso sabor del pan precocido.

Hay que probarlo, al menos una vez.
Sumergir nuestros dedos en el vientre de una masa sedosa.
Insuflarle aire.
Dotarla de vida

Amasar... y amasar...
Participar en el milagro que obran el agua, la harina y la levadura.
Regalarlos una taza de calma, una porción de tiempo.

Atrapadas nuestras manos y nuestra alma en los pliegues húmedos de aquella nube de trigo dorada.



Candor y viveza del rosado de tiernos tomatitos cherry. Frescor de hierba, de lechugas silvestre... crocantes, ácidas, ligeras. Calabacines braseados, con sabor a leña seca. Dulzor de higos tempranosblanco corazón de cabra...

Armonía y contraste

Y unos Bagels. Dorados, esponjosos, melosos... Recién horneados. Abierta su alma a los encantos veganos del huerto.



(Basada en la receta original de Dan Lepard,  en Panes Crujientes)




Ingredientes:

Esponja: 200 gramos de harina de fuerza.
               5 gramos de levadura fresca.
               150 gramos de agua.

Mezclar todos los ingredientes, trabajar hasta que quede una masa homogénea y elástica. Dejar fermentar a temperatura ambiente, unas dos horas.

-550 gramos de harina de fuerza.
- 10 gramos de sal
- 20 gramos de miel
- 300 gramos de agua
- 1 cucharadita de levadura química en polvo
- Sésamo o semillas de amapola para espolvorear.


Elaboración:

1. Mezclar el fermento inicial con el resto de los ingredientes en el orden indicado (excepto las semillas) Trabajar la masa hasta que quede homogénea. Enharinar la superficie y dar forma de bola. Dejar levar 20 minutos.

2. Desgasificar. Amasar ligeramente y dividir la masa en 12 piezas de unos 80 gramos cada una.
Hacer una bolita, agujerear el centro con el dedo y alisar los bordes, consiguiendo la forma típica de los bagels. Colocar en una bandeja y dejar levar, tapados con un paño, unos 30 min- 1 hora.

3. Preparar un recipiente con agua hirviendo, a la que añadiremos una cucharadita de bicarbonato por cada litro de agua.
Sumergir los bagels y dejar 30 segundos por cada lado.
Escurrir.
Colocar en una bandeja cubierta con papel de hornear. Espolvorear con las semillas.

4. Precalentar el horno a 240º, hornear unos 10-13 minutos. Traspasar a una rejilla y dejar enfriar por completo.




Montaje:

1. Cortar los bagels por la mitad (tostar ligeramente si  nos apetece)

2. Aliñar las lechugas en un bol aparte, con el aceite, el vinagre y la sal. Podemos emplear cualquier otra vinagreta que nos apetezca: agregándole mostaza de Dijon, miel, unas cerezas troceadas...

3. Rellenar cada una de las capas con los ingredientes elegidos. Cortar el queso a rodajitas; cortar los calabacines y dorar en una plancha bien caliente; cortar a la mitad los tomatitos cherrys; cortar en cuartos los higos...
Podemos probar con infinidad de rellenos posibles (se me ocurre... espárragos verdes braseados con jamón serrano; pavo al horno con confitura de frutos rojos;...Embutidos ahumados; Huevos de codorniz, frutas confitadas, verduras frescas, aceitunas negras, queso feta...)



Con esta Receta participo en el Concurso del Mes de Junio de La Cuinera: Recetas Sanas!!!
(Y estreno sección de Recetas Saladas)

2 comentarios:

  1. uau Mayita, como siempre sublime!!! adoro Dan Lepard, adoro estos bagels, y me encantan tus fotos!!
    Un besito wapa! y gracias por participar!!

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    1. Gracias!!! Shhhhhhhh para las fotos tengo un secreto... una preciosa ayudante de cinco años que me presta sus manitas y me contagia su naturalidad.

      Precioso el libro de Dan Lepard, verdad??? A ver cuando te animas y preparas un curso online sobre las masas y el pan :) que es cosa seria...jejeje

      Un besote!!!

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