miércoles, 5 de junio de 2013

Cupcakes de Animalitos (una nota a-típica sobre los Cuentos de Hadas & Tutoriales para hacer Animalitos)


 
"Caperucita Roja fue mi primer amor. Tenía la sensación de que, si me hubiese casado con Caperucita Roja, habría conocido la felicidad completa"
Charles Dickens
 

"Terminó el verano, quedaron desnudos los árboles y el viento comenzó a soplar con fuerza. La cigarra sintió frío y hambre. No tenía nada para comer y se helaba. Entonces fue a pedir auxilio a sus vecinas, las hormiga. Llamó a la
puerta del abrigado hormiguero y una hormiga acudió. La cigarra le pidió comida.
    - ¿Por qué no guardaste en el verano cuando abundaba? ¿Qué hiciste? - le preguntó la hormiga.
    -Cantaba - respondió la cigarra.
    -¿Mientras yo trabajaba? ¡Pues ahora baila!- dijo la hormiga dándole con la puerta en las narices"
Esopo. La Cigarra y la Hormiga
 
 
 
 
Ya desde tiempos prehistóricos, la palabra no escrita se presto a la mano del hombre como pincel, como instrumento voluble, en su ardua tarea de representarse el mundo. Un mundo ajeno, extraño... un cielo oscuro se abría ante sus ojos prendido de millones de estrellas.

Frente al Todo, al Negro del que brota la incertidumbre de lo que no conocemos, para lo que no encontramos explicación (que frene nuestras ansias de controlarlo todo)... fue capaz de vislumbrar una línea divisoria entre el Cielo y la Tierra; la división entre los dioses y los mortales; la diferencia entre lo bueno y lo malo; una vez más, entre lo sagrado y lo profano... Y todo, a partir de aquellas historias, contadas con voz dulce y solemne, alrededor del fuego.

Tiempo después, mercachifles, buhoneros y titiriteros recorrían las provincias cantando las hazañas de los grandes héroes.
Y así, cabalgando a lomos de sus valerosos corceles, las palabras corrían raudas a llenar los oídos de los pequeños aspirantes a caballeros...

Poco a poco...aquellos grandes héroes bajaron a la Tierra y vistieron ropas de niño hambriento. Historias de audacia e inocencia, en las que el protagonista iniciaba sus andanzas cambiando sus únicas monedas por una semilla de guisante... Las princesas dejaron a un lado sus peinados de ninfas para salir al bosque ataviadas tan sólo con una caperuza roja.

Así surgieron, a mi parecer, los cuentos de hadas.

Como respuesta a un Mundo que nos resultaba ambiguo. Una respuesta creativa, cargada de luz, de color y de Magia.


Entonces, llegamos los adultos. Con esa horrible obsesión por ordenarlo todo. Como si el Mundo fuese sólo comprensible dentro de un Orden. Un orden marcado por las rígidas enseñanzas de una moral que, a veces, nos viene demasiado grande.
Pretendimos educar a partir de los cuentos...
Dejamos de lado el placer estético de la Belleza y la Aventura para ponernos de lado del Buen hacer de las cosas.
El Deleite se tornó Deber.
Y, entonces, dejamos de creer en las hadas

Etica frente Estética

Principio de Realidad frente al  Principio del Placer

Moraleja enfrentada al Goce Estético


Los cuentos de hadas escapan a todos estos cortapisas. No responden a los caprichos de una moral adulta que pretende envolvernos bajo el manto de la NORMALIDAD, aquello que llamamos MASA. Darnos las armas (las pautas) para hacer, decidir y vivir como todos esperan que lo hagamos. Los relatos infantiles, aún habiendo sido creados por adultos; nos trascienden, nos despliegan, nos desbordan con la fuerza arrolladora de aquello que perdemos cuando dejamos de ser niños...

Cuando aún sentíamos nuestros bolsillos llenos de Magia.................


Imaginemos, rememoremos por unos instantes la fábula de la cigarra y la hormiga. Permítanme hacer un cambio de última hora en algunos de los personajes... Déjense llevar, disfruten y, por favor, no traten de buscarle lógica a mi historia.
(Me gustaría decir que es originalmente mía, pero me temo que se la oí a un aspirante a cuentacuentos. No recuerdo exactamente cómo transcurre la historia, así que, a falta de un autor concreto, me he tomado la libertad de contarla a mi manera)

" Imaginemos una tarde de verano. Una de esas tardes en las que ya empieza a oler a Otoño. La brisa excesivamente cálida ha dejado de sofocarnos hasta las entrañas. El cielo ya no se tiñe del mismo color azúl cobalto, e incluso alguna nube inquieta ha osado a cruzarlo a nado.
Decenas de hacendosas hormiguitas caminan en formación, como si tratasen de troquelar el terreno. Todas, excepto una.
Nuestra protagonista descansa, aparentemente vanidosa, buscando un atisbo de sombra bajo las hojas de una margarita. No participa del ir y venir de sus hermanas. Sobre sus hombros no reposa el peso de ninguna semilla silvestre. Tan sólo observa, con la mirada perdida, el basto mar de hierba que se extiende ante sus ojos.
Y así, se dio por finalizado el verano... Y también el Otoño, con la caída de las últimas hojas... Nuestras hormiguitas ya descansan en la cálida humedad de su hormiguero.
Los días fríos dan paso a las noches heladas.. Ya es Invierno.

Poco a poco, la montaña de tesoros recogidos con sudor y tenacidad durante toda la temporada va desapareciendo... Nuestras heroínas comienzan a dudar de si durarán hasta vislumbrar los tenues rayos de un sol de Primavera.
Y así, cuando la desesperanza se apodera de sus pequeñas almas. Cuando apenas queda nada que llevarse a la boca. Se oye la voz segura de la pequeña disidente:
Con tenues palabras, endulza los miles de oídos que se abren a su audacia, con la fragilidad de los versos que tan solo saben pronunciar los poetas. Poco a poco, sus diminutos estómagos se llenan del recuerdo de la fruta fresca.

Del verdor luminoso de las gotitas que les ha regalado la lluvia.
Del naranja y el ocre de los soles del Otoño.
Del violeta de un atardecer lejano.
Se embriagan con la fragancia del rocío temprano en los prados...

Y así, el hambre se hizo soportable y la angustia llevadera; hasta que despertaron con las primeras luces de una mañana de Primavera "
 

- ¿Qué soñaste anoche, mi niña?-
- Con Caperucita, mamá. Y...con sus animalitos-
 
 



 
 
 
 
 
 
Unos Mini- Tutoriales muy muy sencillitos para iniciarnos en el modelado con Fondant y perderle el miedo a esa "plastilina-que-se-come" Pero, sobretodo, para alegrar nuestros Cupcakes.
 
 





 








- Para elaborar los Cupcakes emplee esta receta de Bizcocho base de Chocolate (One Bowl Chocolate) que ya había empleado otras veces, me resulta muy sencilla de hacer y los resultados son inmejorables. La cobertura es una ganaché de chocolate (para simular la tierra) extendida con espátula sobre el cupcake (dejamos solidificar unos minutos en el frigorífico)  y una  Buttercream de Vainilla y un toque de chocolate blanco (elaboramos nuestra receta favorita de buttercream y añadimos, además de la vainilla, dos cucharadas de chocolate blanco derretido y enfriado. También podemos añadir dos cucharadas de Nocilla blanca) teñida en color verde pastel, aplicada con una boquilla para hacer hierba (Wilton Nº 233)
 
- Utilicé Fondant Funcakes en color blanco, teñido de color con colorantes en pasta Wilton y SugarFlair. Me parece que es el fondant más consistente para modelar, pero podemos emplear el que más nos guste. También, podemos añadir un poco de CMC (siguiendo las instrucciones del fabricante) a nuestro fondant, para hacerlo más óptimos para el modelado.
Como tercera opción, podemos mezclarlo en una proporción de 60% fondant-40% pasta de flores; lo que nos proporcionará una consistencia más adecuada y fácil de moldear.
 
- Al teñir el fondant con colorante en pasta, puede perder un poco de solidez. Para solucionarlo, basta con envolverlo en plástico transparente alimenticio (film de toda la vida) y dejarlo reposar unos 20 min. De esta forma recupera su consistencia original.
 
- También podemos presentarlos en forma de Mini Cupcakes:
 
 
 
 

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